martes, 9 de agosto de 2016

Los diezmos.

- Hermano Juan, acérquese, debo hablar seriamente con usted de algo muy grave.



- ¡Claro pastor, dígame!

- He estado analizando los informes financieros de la Iglesia, y usted no solo ha sido un diezmador regular, sino de los que más aporta.

- Gracias pastor, he intentado aportar a la obra del Señor.

- Pero el último mes usted no diezmó.

- Pastor, estoy sin trabajo y debo cubrir la enfermedad de mi hijito.

- Es una lástima hermano, pero un buen cristiano nunca debe dejar de diezmar. ¿Usted sabe como se llaman aquellos que no diezman?

- No pastor, ¿Cómo se llaman?

- Ladrones, querido hermano. Quien no diezma le roba a Dios.

- Pastor, entonces los que diezmamos nos llamamos «huevones», por que por lo que veo a su Iglesia le importa solo la plata y no se preocupan de las personas.