martes, 9 de agosto de 2016

Los diezmos.

- Hermano Juan, acérquese, debo hablar seriamente con usted de algo muy grave.



- ¡Claro pastor, dígame!

- He estado analizando los informes financieros de la Iglesia, y usted no solo ha sido un diezmador regular, sino de los que más aporta.

- Gracias pastor, he intentado aportar a la obra del Señor.

- Pero el último mes usted no diezmó.

- Pastor, estoy sin trabajo y debo cubrir la enfermedad de mi hijito.

- Es una lástima hermano, pero un buen cristiano nunca debe dejar de diezmar. ¿Usted sabe como se llaman aquellos que no diezman?

- No pastor, ¿Cómo se llaman?

- Ladrones, querido hermano. Quien no diezma le roba a Dios.

- Pastor, entonces los que diezmamos nos llamamos «huevones», por que por lo que veo a su Iglesia le importa solo la plata y no se preocupan de las personas.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Por qué no soy religioso



- Y tú, ¿por qué no eres religioso?

- Es fácil, no hay nada en mi vida que haga sentir miserable.

- Explícate.

- No soy un hijo perfecto, pero mis padres siempre están para apoyarme, no soy el mejor esposo, pero después de tantos años aun siento que mi mujer me mira con afecto. Tampoco he sido el mejor padre, y mis hijos me regalan una tierna sonrisa cada vez que me ven. No tengo un diálogo muy fluido con mis hermanos, pero saben y se que siempre estaremos para apoyarnos.

- Entonces, ¿te sientes pleno?

- No Jesús, pero he aprendido a vivir con mis miserias y a superarlas, y en el camino, no hacerte culpable de ellas. En cambio los religiosos evaden sus miserias, no las enfrentan y menos las superan, y se enfocan en la religión como si esto mágicamente borrara de un plumazo quienes son y los hiciera mejores, sin saber que se autoengañan.

- Bien haces hijo, yo tampoco soy religioso.

#Teoficción.

lunes, 16 de noviembre de 2015

No eres tú, soy Dios.

No Dios, no me mires con esa cara de pena, esta ruptura es inevitable.
¿Qué te de otra oportunidad?, ¡pero si te he dado varias!, desde la Antigüedad que te he seguido, te he esperado, te he obedecido, ¡y todo para qué!, ¿para qué no te dignes en volver, para que no hagas nada por los que invocan tu nombre, para qué te de lo mismo nuestro sufrimiento?
No Dios, me cansé. Me cansé de atentados en tu nombre, me cansé de tus representantes y de tu fan club, me cansé de las instituciones que te secuestran y tú indiferencia al respecto.

Me has cansado Dios. Primero debo justificar muertes en tu nombre en el Antiguo Testamento, después de todo "son mitos", " son relatos etiológicos ", " no son eventos históricos " o "Dios es amor, esos textos reflejan la opinión de los hombres que los escribieron". Y luego debo justificar las actuales tragedias en tu nombre. No Dios, me cansé de encubrir tu inoperancia divina, con cada muerto en Gaza, con cada muerto en el Mediterráneo, con cada estudiante en México, con cada mapuche asesinado sólo demuestras tu fracaso Dios, el mundo te quedó grande.

Pero no eres tú Dios, soy yo. Después de todo eres sólo más de lo mismo, y yo me he cansado de aquello.

No me insistas, no prometas que cambiarás y que está vez si harás las cosas bien, ¡ya no te creo!

Es tiempo de que veamos a otras personas Dios, pero podemos seguir siendo amigos.

#teoficción.


martes, 3 de noviembre de 2015

Jesús y el publicano (empresario).

 Jesús entró en Santiago.  Allí vivía Heliodoro Matta, un hombre muy rico que era dueño de las fábricas de papel higiénico. Heliodoro Matta salió a la calle para conocer a Jesús, pero no podía verlo, pues era muy bajito y había mucha gente delante de él. Entonces corrió a un lugar por donde Jesús tenía que pasar y, para poder verlo, se subió a un árbol de higos.



Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: «Heliodoro Matta, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.»

Heliodoro Matta bajó enseguida, y con mucha alegría recibió en su casa a Jesús.

Cuando la gente vio lo que había pasado, empezó a criticar a Jesús y a decir: «¿Cómo se le ocurre ir a la casa de ese hombre tan malo?»

Después de la comida, Heliodoro Matta se levantó y le dijo a Jesús:

—Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad.

Jesús le respondió:

—Desde hoy, tú y tu familia son salvos, pues eres un verdadero descendiente de Abraham.Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.

#teoficción

P.S.: final feliz propuesto para el caso de la colusión del papel tissue en Chile.

jueves, 29 de octubre de 2015

¿Eres tú el que había de venir?



Estaba Jesús enseñando a sus discípulos sobre el amor al prójimo, cuando se acercan a él unos discípulos del Papa Francisco y le preguntan "¿eres tú el que había de venir o debemos esperar a otro?", y Jesús, adivinando sus intenciones, ya que sus enseñanzas no cuadraban con el legalismo y el puritanismo del Papa Francisco y sus discípulos de Roma, les respondió:

<<Vayan y díganle al Papa lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los homosexuales se casan, las prostitutas son acogidas, los divorciados quedan limpios para comulgar, los niños son respetados, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia>>

Y luego le añadió una advertencia a esos escandalizados puritanos:   "¡Y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!".

lunes, 26 de octubre de 2015

Parábola del cristiano y el homosexual

Parábola del cristiano y el homosexual



Estaba Jesús enseñando a sus discípulos cuando uno de ellos le pregunta:

- Maestro, ¿debemos sentirnos orgullos de nuestra condición de seguidores tuyos?

- No, mis seguidores son la escoria de la sociedad. Son los pecadores, las prostitutas, los publicanos, los pobres, los cojos y los desdentados. Ustedes son todos los que los demás rechazan.

- Pero nos has dicho que seremos quienes regirán el Reino contigo.

- Pero no porque ustedes tengan mérito alguno, sino simplemente porque el Padre los ama, al igual que ama a los demás.

Y Jesús se dirigió a ellos y les preguntó:

- ¿Hay alguno de ustedes que sea capaz de llamarse justo a sí mismo?

Y uno de los discípulos contestó:

- Justo hay uno solo, Dios.

Y Jesús les dijo:

"Dos hombres subieron al templo a orar: uno era cristiano, y el otro homosexual.
El cristiano, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este maricón;
ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Mas el homosexual, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

Y los discípulos guardaron silencio, avergonzados.

martes, 20 de octubre de 2015

El mandamiento más importante



Estaba Jesús dialogando con sus discípulos cuando un evangélico le preguntó
- Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más importante de la Ley?
- Está escrito que debes amar a Dios sobre todas las cosas, y también que debes amar al prójimo como a tí mismo. No dudo que ames a Dios, o mejor dicho, lo que tú crees que es Dios, el dios que te has construido y que has heredado, ¿pero qué hay de amar a tu prójimo?
El evangélico le respondió
- Pues salgo los domingos a predicar tu palabra, les hablo del juicio y la condenación que vendrá por no creer en ti. Les recalco sus pecados y les hago ver su necesidad de arrepentimiento. Y a los pecadores, como los homosexuales y a los fornicarios, los maldigo y los envío directo al infierno.
Jesús, mirando lo con compasión, le contestó:
- ¿Y así es cómo te amas a ti mismo?